La pronta actuación de los trabajadores municipales ha evitado males mayores.
La imprudencia al quemar un tronco seco que todavía tenía sus raíces en la tierra pudo provocar una desgracia los pasados días 27 y 28 de diciembre en el Batanejo. Los efectivos del Ayuntamiento de Villanueva de la Reina detectaron que un árbol estaba en combustión porque alguien había provocado su incendio. Para más menosprecio a la zona natural que hay alrededor, no se apagaron las llamas y el autor de los hechos dejó el incendio en plena combustión. La inestabilidad del tronco provocó que este continuara ardiendo hasta que los servicios municipales trataron de apagarlo. Una vez realizada la primera intervención se pasó por el lugar a revisar en qué estado estaba el árbol, que seis semanas después continuaba ardiendo en sentido descendente hasta las raíces. Ante la posibilidad de que pudiera volver a tener unas llamas con mayor virulencia, el Ayuntamiento utilizó el camión motobomba para apagar definitivamente un incendio que podría haber resultado letal si es en una época del año en la que las temperaturas son más elevadas.
El resultado final de esta imprudencia ha provocado un socavón donde estaba ubicado el árbol que habla de la magnitud de la hoguera que se quiso provocar. En el resultado final hay que destacar también lo que no pasó y no sucedió. No es otra cosa que el coste natural que podría haber ocasionado un posible incendio con una temeridad como la que se llevó a cabo en los últimos días del mes de diciembre en una zona que tiene habilitadas zonas para parrillas y demás, aunque en este caso no parecía que el autor de los hechos quisiera utilizarlas. Tal vez no se pensó o no se calibró de la forma adecuada lo que podría haber ocurrido en el Batanejo con un árbol en ese estado y prendido de fuego incluso por dentro que podría haberse convertido en una auténtica bomba explosiva que habría fagocitado la zona.